TÍTULO ORIGINAL:
Rebecca
AÑO: 1940
DURACIÓN: 130 min
PAÍS: Estados Unidos
DIRECTOR:
Alfred Hitchcock
GUIÓN: Robert E. Sherwood & Joan Harrison (Novela: Daphne du Maurier)
MÚSICA: Franz Waxman
FOTOGRAFÍA: George Barnes (B&W)
REPARTO: Laurence Olivier, Joan Fontaine, George Sanders, Judith Anderson, Nigel Bruce, Reginald Denny, C. Aubrey Smith, Gladys Cooper
GÉNERO: Intriga
PRODUCTORA: David O. Selznick Production / United Artists
Al leer este blog, muchos de vosotros me habéis preguntado:
Rebeca... ¿de qué? Bien, hoy, igual que mis compañeros ya han hecho con los suyos, quiero realizar un pequeño homenaje a mi pseudónimo para que todo aquel que aún no conozca a la
Rebeca de Hitchcock lo haga de una vez. En mi caso, el nombre de Rebeca no hace alusión a un personaje protagonista de una película, sino que se refiere a un personaje previo al arranque del film, externo a la obra pero completamente presente en los acontecimientos. Rebeca (en la foto inferior), la difunta exmujer del aristócrata inglés Maxim De Winter, recién casado (de nuevo) con una joven dama de compañía a la que conoció durante un viaje (foto superior), es más que un tabú en la masión inglesa de Manderley, lugar de residencia del señor De Winter. Allí ambos conviven con la señora Dambers, la enigmática sirvienta interpretada por
Judith Anderson que se convertiría en el gran papel de la carrera de esta actriz.
A través de estos tres personajes y del recuerdo imborrable de Rebeca, además de la aparición puntual de algunos secundarios, Hitchcock teje una
historia repleta de engaños, misterios y sobresaltos en la que la intriga no cesa hasta el último segundo. Esta obra, de la cual puedo contaros poco para no destapar ninguna información comprometida, supuso
el único oscar que le concedieron a Alfred Hitchcock a lo largo de su carrera profesional. Y no es para menos. Según mi punto de vista, este film es
una de las obras maestras de la historia del cine, en la que pocas cosas podrían mejorarse, por no decir ninguna. La historia es redonda y dinámica, manteniendo al espectador continuamente en tensión; la fotografía espléndida, y el reparto excepcional. Por mi parte, seguramente se trate de la película que más veces he visionado y más he disfrutado en los últimos años.
Para todos aquellos que aún no hayan tenido la oportunidad de disfrutar de esta producción, les recomiendo acérrimamente que lo hagan, pues creo que
no decepcionará a nadie. No se trata de "la típica película de antaño". Sorprendentemente en ella podemos encontrar
alusiones y valores más propios de la época actual que de los años 40, década en la que se estrenó. Es el caso del personaje de la señora Dambers y de lo que ésta representa (si seguís mis consejos y la véis entenderéis a lo que me refiero). Repito:
Rebeca es una película de obligado visionado para cualquier amante del cine. Ahí lo dejo... espero que me hagáis caso y la veáis cuanto antes.
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Rebeca-