Terry y Asco en Las Vegas

lunes, 26 de abril de 2010
        Hoy voy a hablaros de un director al que llevo bastante tiempo siguiéndole la pista, aunque sin ser totalmente consciente. Hablo de Terry Gilliam, director de films tan conocidos como "12 monos", "Miedo y asco en Las Vegas", o su más reciente creación "El imaginario del Dr.Parnassus", película que seguro conocéis más de uno. Lo que otros no sabrán, es que este director, comenzó su andadura en el espectáculo dentro del grupo humorístico inglés Monty Python, responsable de películas convertidas en clásicos del cine como "La vida de Brian", "El sentido de la vida", o " Los caballeros de la mesa cuadrada y sus locos seguidores" (traducción nada literal de su título original: Monty Python and the Holy Grail, algo así como los Monty Python y el santo grial.) Aún así, hoy quiero hablaros únicamente de este componente y de algunas de sus películas.




              De entre sus personajes más conocidos, podemos destacar a Patsy, el escudero del Rey Arturo en esta última película. Sin embargo, si Terry Vance Gilliam es más conocido, es por haber explorado los límites de la realidad, los sueños, el tiempo, e incluso la ingesta masiva de drogas(si no os lo creéis, echadle un ojo al título que encabeza la entrada) en todas y cada una de sus películas. La mayoría de ellas han sido objeto de furiosas críticas por parte de los grandes estudios estadounidenses. Se podría decir que Gilliam es el niño maldito, l'enfant terrible de la industrial Hollywoodiense. Sin embargo, si observamos algunas de esas películas, vemos lo equivocados que están los peces gordos de la industria. Gillian resulta ser un tipo de lo más creativo, un visionario, un loco. No me entendáis mal, los locos son gente extraordinariamente creativa. "Para ellos, todos los días son emocionantes, y el mundo es un lugar maravilloso que cada día puede ser descubierto. Aunque quizá no estén locos. Quizá sean los más listos"(extraído de una entrevista a Terry Gilliam). Sus películas caen mal a la prensa por tratar temas ponzoñosos que alarman a los sectores más conservadores, aún cuando estos son los causantes de hechos mucho peores. Pero bueno, pasemos a hablar de las películas que han encumbrado, para unos, y hundido, para otros, a este director inglés:

Brazil (1985) 








Esta película trata multitud de temas polémicos pero adornados con una mezcla de humor y crueldad que consiguen dotar a la película de una gran riqueza, tanto narrativa como visual, al mostrar mediante imágenes oníricas un futuro inusual, aunque tratado con anterioridad por escritores de la talla de Orwell (1984) o Kafka (El Proceso), influencias reconocidas por el propio Gilliam. Tras su difícil estreno, como casi todas las películas del director, Brazil tuvo grandes dificultades para ser rentable. No obstante, entre los fans de Gillian es considerada como una película de culto. Como curiosidades, decir que en la edición en vídeo VHS, la película sufrió una modificación en su duración, ya que el presidente de Universal por aquel entonces, Sidney Sheinberg, creía que era demasiado larga. Tras meses de peleas y con la negación de Gilliam de recortarla, este publicó un anuncio en la revista Variety en la que se leía: "Querido Sid Sheinberg, ¿cuándo vas a estrenar mi película, Brazil?". Finalmente, Gilliam se vió obligado a reducir la duración de la cinta hasta los 131 min. En futuras entradas, intentaré ofrecer un análisis más detallado sobre este film.

Doce Monos (1995)

Con esta película, estamos hablando, sin duda, de uno de los mejores papeles de Brad Pitt. Se trata de un film de corte futurista, donde la tierra ha sido devastada por un virus transmitido por el aire. La humanidad restante, un 1% del total, vive recluida bajo tierra. Para sobreponerse al aburrimiento, un grupo de científicos idean una máquina del tiempo y envían al recluso James Cole (Bruce Willis) al momento en el que el virus fue liberado. A partir de ese momento, comienza una sucesión de sensaciones paranoides y conspiranoicas alimentadas en gran parte, por el sobresaliente papel de un esquizofrénico Brad Pitt, al que acabamos amando y odiando al mismo tiempo por su insoportable comportamiento como interno en el centro psiquiátrico al que mandan al protagonista tras afirmar que procede del futuro. Ésta, que sí que la he visto, la recomiendo enormemente, sobre todo para aquellos, y más especialmente, aquellas a las que les guste ver a Pitt en sus mejores momentos. Como actor, claro.


Quizás la película más surrealista del director británico, aún siendo la adaptación de una novela escrita por el propio protagonista, Hunter S.Thompson. La historia sigue el viaje del mismo Thompson (encarnado por un brillante Johnny Depp), y su abogado, Óscar Zeta Acosta (bajo el pseudónimo de Dr.Gonzo), por una más que surrealista Las Vegas, con la misión, en un principio, de escribir un reportaje sobre un campeonato de motociclismo. Sin embargo, lo que Thompson se propone es perseguir, lo que él denomina el sueño americano. Este simple argumento se complica si lo combinamos con "dos bolsas de marihuana, 75 cápsulas de mescalina, cinco láminas de LSD, medio bote de cocaína, multitud de pastillas de diferentes colores, una botella de tequila, otra de ron, una caja de cervezas, un frasco de éter y 24 poppers". Una oda al escritor Timothy Leary por el monólogo que cierra le película. Destacar la delirante aparición de un joven Tobey Maguire a modo de autoestopista con una estética extremadamente freak.


Esta película, a pesar del elenco de actores que la componían (Heath Ledger, Johnny Depp, Jude Law, Colin Farrell...) no pareció tener el éxito que se esperaba, y fue prácticamente más conocida por la publicidad que se le dio tras la muerte de Heath Ledger, que por la película en sí. Sin embargo, "El imaginario del Dr.Parnassus" nos muestra una vez más la imaginación infinita de Gilliam. Ambientada en una época presente, un actor de teatro inmortal llamado Doctor Parnassus, ofrece a los miembros de la audiencia el ir más allá de la realidad mediante un espejo mágico. Mediante un trato con el diablo, Parnassus consigue guiar la imaginación de los espectadores mientras se encuentran dentro del espejo. Sin embargo, el contratista diabólico, haciendo uso del acuerdo al que llegaron él y Parnassus, exige que este le entregue a su hija. Con ayuda de la compañía y de un misterioso forastero que se une en el último momento (interpretado por los 4 actores citados), comienzan una búsqueda a través de mundos paralelos para intentar rescatar a la muchacha.

Tideland (2005)

Perdonadme la alteración temporal, pero he preferido dejar lo que yo creo mejor para el final. Tideland es, según Gillian, una visión de distintas situaciones difíciles y aterradoras del mundo a través de los ojos de una niña, Jeliza-Rose, sin tener todavía la capacidad de sentir miedo. La historia nos cuenta cómo una pareja de drogadictos y su pequeña hija (interpretada por una increíble Jodelle Ferland) habitan una casa desecha. Tras la muerte de la madre por una sobredosis, la niña y su padre se trasladan a una todavía más desecha casa en el campo. El padre, que también muere, deja a la niña sola, obligándole a construir un mundo imaginario, poblado por extraños personajes, surgidos directamente de la enfermiza y maestral mente de Gilliam, que "pretende realizar una revisión bizarra y postmoderna del cuento de Lewis Carroll, Alicia en el país de las maravillas". Película más que recomendable por su gran riqueza visual, además de por contar con una gran banda sonora, cuyo tema principal se encuentra en el disco en solitario del cantante del grupo británico Radiohead, Thom Yorke. En palabras del propio director, abstenerse de ver la película personas estúpidas.


P.D: Obviamente, Terry Gilliam cuenta con multitud de películas más, que por cierto, podéis descargar desde este enlace. Sin embargo, he querido citar las que en mi opinión, son más relevantes y quizás más próximas al público en general. ¿qué opináis?¿Mente enfermiza o visionario loco?


-Ricardus Alpert-





















3 comentarios:

Madeleine Elster dijo...

Genial esta entrada!
Guilliam es de esos genios que dan gracias por no estar cuerdos,defiende la locura en el sentido de ejercer una libertad creativa que los patrones cinematográficos suelen rechazar.
Me quedo con la controvertida 'Miedo y asco en Las Vegas' y la brillante manera de representar ese estado mental -y físico- en el que se funden lo real y lo fantástico.

yo dijo...

me encanta benicio del toro en esta peli...

xavo dijo...

Miedo y asco el lo más de lo más !!te lleva irremediablemente a hacer el mal,con Tideland te pones tierno y jacoso,con 12 monos paranóico perdido y sin duda hay que revisionar de tanto en tanto Brazil que rechana por rara .Y que me decís sobre su intento de llevar a la pantalla grande el Quijote!?.
Terry Gillam rules!!

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