El final de un indomable

martes, 1 de junio de 2010


El pasado día 29 de mayo falleció Dennis Hopper, guionista, director, actor, y uno de los secundarios más intensos de la historia del cine.





Hopper nació el 17 de mayo de 1936 en Venice, California. Saltó a la fama cuando dirigió y actuó junto a Peter Fonda en el filme Easy Rider, estrenado en el 69, y que se convertiría en uno de las películas más emblemáticas de la década. La cinta, inauguró un nuevo género, la road movie, que marcaría las claves de toda una generación cinematográfica que supo desmarcarse de la sociedad conformista de su tiempo.

En su labor como actor, Dennis Hopper también participó junto a de la mano de James Dean en dos de la películas que catapultaron a este último a la fama: Giant, de George Stevens y Rebel without a cause, de Nicholas Ray. Sin embargo, su fama de conflictivo y su carácter fuerte, le llevaron a no trabajar durante largo tiempo. Sus excesos con las drogas y el alcohol le llevaron entonces a acudir a una clínica de desintoxicación, de la que salió totalmente recuperado y con ganas de continuar con su pasión, el cine.

Tras aparecer en Apocalypse Now, de Francis Ford Coppola, fue David Lynch quien lo rescató para su filme Blue Velvet, en el que Hopper hizo una interpretación soberbia, por la que siempre se mantendrá vivo en nuestra memoria. Fue así como se consagró como uno de los actores secundarios más importantes de la historia del cine. Por esa época también sorprendió su labor de fotógrafo, realizando diversas exposiciones de su trabajo en su país natal EE.UU.

A partir de este momento, Dennis Hopper siguió trabajando de manera regular, llegando incluso a ponerse de nuevo tras las cámaras, y participó en otros filmes de gran acogida como Speed. Uno de sus últimos éxitos fue su papel en Elegy, de Isabel Coixet.


El pasado mes de marzo, se le entregó una estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood, en la que sería su última aparición pública. Pocos días después, se le agravó el cáncer de próstata que se le había diagnosticado unos meses antes. Por esta causa, el actor falleció a los 74 años de edad, dejando atrás una carrera artística conflictiva pero prolífica.

Tras la noticia, muchos de sus amigos y compañeros de profesión han subrayado la importancia de Hopper en el mundo del cine americano.

"Dennis me mostró el mundo del arte pop y de las películas malditas. Atravesamos América e hicimos películas que cambiaron la manera de hacer cine en Hollywood", declaró Peter Fonda.

Isabella Rossellini, coprotagonista junto a Hopper en Blue Velvet, dijo: "Cuando le conocí acababa de salir de rehabilitación, pero resultó ser cariñoso, comprensivo y generoso. Había viajado al infierno y había vuelto con gran sabiduría. Me costará aceptar que ya no está entre nosotros".

El homenaje cinematográfico póstumo de Dennis Hopper llegará el próximo mes de septiembre en forma de lobo animado: el actor le dio voz a un lobo llamado Tony en el filme de animación Alpha and Omega, de Anthony Bell y Ben Gluck.

Aquí os dejo un fragmento de su impresionante trabajo en Blue Velvet


Adiós, amigo.


-Raimunda-

2 comentarios:

paco hdez. dijo...

se ha ido un grande,
bravo reconocimiento aficcionados!

lasolucion dijo...

hasta siempre!

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